Transformamos una triste terraza en una llena de vida con macetas de fibra de vidrio con cortezas y pittosporos, calle calle y rhus. Además, la dueña de casa incorporó dos fuentes de agua que ilumina en la noche. Quedó muy acogedor.
Transformamos una triste terraza en una llena de vida con macetas de fibra de vidrio con cortezas y pittosporos, calle calle y rhus. Además, la dueña de casa incorporó dos fuentes de agua que ilumina en la noche. Quedó muy acogedor.